el agua circulando inquieta,
hablando entre dientes, cuchicheando
secretos de amores, que los jardines
escucharon, en la mudez de una noche
enamorada de las estrellas,
con aromas de jazmín y azahar.
En un silencio pausado de agua y susurros
de brisa con los labios apretados,
los besos estallaban en colores
y sabores de amor reciente.
Sobre una piel dorada y femenina,
caricias de Luna en cuarto creciente
y los suspiros jugando entre los cipreses.
No hubo muchas palabras, las miradas, entre la miel de la ternura y las brasas
encendidas del deseo.
Tan sólo el aire desnudó de hojas,
algunos árboles.
Deseé abrazarte con alas blancas y todos mis sueños reunidos,
para obsequiártelos como tributo
a tu candidez y tu amor.
Hacía calor y un leve chal caía sobre tus hombros, tu vaporoso vestido era una insinuación a la caricia y podía sentir
tu calor, como pan recién horneado.
Tus labios de carmín evocaron las especias
de tierras vírgenes y esa noche cayó
toda sobre nosotros, ámbar y luna,
sobre unas sábanas de raso y estrellas.
Escrito en Mayo 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."Zuhaitz".
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