el calor de tu sonrisa desprendida
y en el seno, de tu boca prometida,
el segundo capturado, más exacto.
Hojas de cerezo, en el dolor
engendradas en la sangre derramada,
en estrellas y las promesas deseadas
bien nacidas en el beso del amor.
El calor de la llama voy buscando,
en la quietud del árbol de las horas
y mientras, la ansiedad en mi devora
esa ardua sensación de estar soñando.
En el nombre del amor, imaginando
unos ojos junto a mí, una mirada
que desborda la pasión incontrolada
y que siento que me estoy enamorando.
Yo no sé si es soñar o alegoría
de mi mente enfermiza por amor,
que busca redimir el desamor
y me vence en mis pesares cada día.
Escrito en Mayo 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito. "Zuhaitz".
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