lunes, 16 de mayo de 2016

Travesuras

No soy malo, no soy bueno
soy un duende imprevisible,
que ha perdido un imperdible,
por eso me angustio y peno.

Y meditando sobre eso,
acabo de descubrir
que el secreto de vivir
es ser un poco travieso.

No se trata de maldad,
sino de encontrar motivo,
de hallar todo divertido
dentro de una realidad.

La vida, en el día a día 
se convierte en la rutina
y la ironía la afina
con su punto de alegría.

La vida es una aventura,
para vivir consecuente
y es bueno que se alimente,
con alguna travesura.

Escrito en Mayo 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."Zuhaitz".



No hay comentarios:

Publicar un comentario