viernes, 13 de mayo de 2016

Quien espera, desespera

Detrás de cada puerta hay una historia,
un silencio bajo llave y una mueca,
siempre estática, con la que representar
que estamos bien, aunque sólo sea
un guión aprendido.

Me perderé en las encrucijadas 
de los caminos, para que el amor me encuentre,
para no confundir su brillo irisado,
con otros destellos.

Hacia afuera, el resplandor de la luz
y en los rincones del alma, esa incertidumbre,
que deja la sombra gris de las dudas,
mientras se espera ese sueño,
con que coronar tu vida.

Mirando las vías del ferrocarril perderse,
llega el ocaso y ese tren, que está por llegar,
consume nuestro tiempo en la espera.
Hay pasos que debimos dar y no dimos,
perdidos en las neblinas de la memoria.

Hojas que caen, sobre el camino nevado,
cuando el otoño nos deja desnudos
y el invierno nos sorprende sin el abrigo de un abrazo,
que se alberga en unos brazos amantes.


Escrito en Mayo 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito." Zuhaitz".

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