miércoles, 13 de enero de 2016

Conciencia Grupal

En los entresijos de los misterios,
no hay declaración de intenciones.
El cuaderno guía, siempre queda olvidado
y en el muestreo faltan señales  que nos indiquen
la forma de resolver el enigma.

La máscara es más o menos adaptable
y uno tiene la sensación de confundir
su propia máscara con las demás,
tal vez, por ese mimetismo anunciado
de las personas que se sienten
integradas en un grupo.

La conciencia grupal corta en pequeños gajos,
la individualidad y la libertad personal,
queda tan sólo como una anécdota.
La similitud en comportamientos y conductas,
nos convierten en idénticos engranajes
de una maquinaria social.

El aislamiento entre una gran multitud,
es comprendido por los esquemas 
de las infraestructuras que creamos
y en la frialdad del acero y la solidez del hormigón,
dejamos la esponjosa y blanda textura
de nuestros sentimientos  más puros.

No resolvemos ningún misterio y si generamos
nuevas preguntas a la cúspide de interrogaciones,
que vamos amontonando a lo largo
de nuestra vida.

Escrito en Enero 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito. "Zuhaitz".

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