viernes, 8 de enero de 2016

Tocados por el ala de un cuervo

¿Qué sentimiento guardaban las gárgolas,
antes de su destierro en la piedra?.
Un dolor de làgrima inerte, con la dureza del diamante,
tan bello, como incombustible.
la negación de la efímera belleza, ante la grotesca figura,
que no es reflejo puro de su alma.

La frialdad de la piedra es el corazón helado
o la angustia, entre tules y sedas, para ocultar 
el ajado corazón, que sucumbe calladamente
entre las grises nubes, que habitan
en sus más tristes y oscuros pensamientos .

La muerte ronda su mente y roza con ala de cuervo,
el humo que se desprende de quemar
sus últimas esperanzas.
Sus ojos turbios se mezclan con las nubes grises
y la incesante lluvia redentora,
que no logra borrar todos los pecados cometidos,
porque la mentira ha vaciado las cuencas de sus ojos
y en el abismo negro, perecen sin remedio
todas las almas ciegas.
  
Escrito en Enero 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito ." Zuhaitz"




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