sábado, 23 de enero de 2016

El preciso y puro instante de amar

Al amar, intentamos sellar aperturas,
para que el alma no escape
y pueda guardar, cuánto amor 
brindamos en un beso.

Se sellan los labios en un beso
y en otros labios se deposita
toda la ternura, cerca del valle,
donde nace el umbral de la vida.

El amor fluye, como un río secreto,
que fluye por unas venas sin sangre,
pero con un incesante caudal de emociones.
No es la química, la que determina la acción,
sino el alocado y desmesurado ritmo,
que nuestros anhelos imprimen
a nuestro corazón.

Amar es esa necesidad de perpetuar nuestra existencia,
en el alma de otra persona.
Es buscar el puro reflejo de nuestros ojos,
 en otros ojos.
Es detener el tiempo  y gozar de la eternidad
en ese puro y preciso instante.

Escrito en Enero 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito. " zuhaitz"



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