hay una clara hipocresía,
que unos ojos de mirada afilada,
transmiten en unos tintes
de ironía.
Un saludo, fuera de lugar,
cargado de preguntas, con la intención clara,
de abrir el contenido de tu vida
o los secretos que deseas guardar.
Nadie romperá una lanza por ti
y si te ven que caes, en vez de tender una mano,
pisarán tu cabeza, como si de una serpiente
se tratara.
Los hipócritas, actores de un pésimo sainete,
con tintes trágicos.Aduladores que te desnudan
con el filo de sus lenguas y guardan una intachable
hechura de trajes cortados a medida,
para ocultar la podredumbre de su alma.
Depredadores de la virtud y coleccionistas
de falsos oropeles, tratan de deslumbrar
con brillos apagados y fulgores fingidos .
Compran su imagen por unas pocas monedas
y visten su mezquindad con una apariencia respetable.
Pastores de una verdad inventada
y sacerdotes impíos, que tratan de ocultar
sus bajas pasiones, bajo su sotana.
Usando el nombre de Dios en vano,
engañan, roban, matan
y tratan de hacernos creer
que en ellos está la salvación.
Escrito en Enero 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".
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