lunes, 4 de enero de 2016

Las lápidas se agrietan

Las lápidas se agrietan con el tiempo,
corazones en olvido, con la tristeza 
de unos ojos cansados de tanto llorar.
El viento frío, arrastra las escasas hojas secas,
que suenan como pisadas de difuntos,
arrastrando el polvo de los siglos.

Hay corazones de terciopelo negro,
ajados ya y resecos de angustias,
porque la muerte posó sus trémulos labios
sobre la persona amada.

Hace frío en el alma y las miradas 
se elevan en plegarias, como balcones al cielo.
El cristal puro de unos ojos grises,
se enturbian en las aguas turbulentas
de las emociones, movidas por los suspiros
y hay cuervos que devoran cuanto encuentran
en las tumbas abiertas.

Las lápidas se agrietan con el tiempo,
nadie escucha los lamentos, ni ven
los pequeños farolillos de papel,
que alguien puso hace tiempo,
para alumbrar a los difuntos
en su oscuro caminar hacia el Averno o la Gloria.

Escrito en Enero 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."Zuhaitz"



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