sábado, 12 de septiembre de 2020

Besas dando forma a mis sueños.

Tus dedos tañen en las cuerdas de lo invisible,
una melodía maravillosa.
Besas el espacio entre la aurora y el ocaso, 
creando un día, resuelto en alas de mariposa 
y trinos álgidos de aves de blanco plumaje.


Hoy te he sentido en el aire que me rodea,
produciendo un almibarado vacío, 
que se fue llenando de ti.


Tu imagen biseló las distorsiones solares,
que incidían sobre el arco-iris 
de todas las sonrisas y fue creciendo mi gozo,
como una leve espuma, 
para llenar mis sueños.


Besaste mis párpados y mi boca,
alimentando mi esperanza renacida en ti.

Escrito en Septiembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.



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