y haces del polvo, una constante espesura
de recuerdos, rescatados del olvido.
Tus manos tejen caricias,
que despiertan en la carne, el apetito voraz
de los besos.
Un cúmulo de sonidos arrullan los oídos
que durmieron ajenos a la música
que brotaba de tus labios.
Desenredo los hilos de las tímidas palabras
y formo con ellos lisonjas en flor,
que brotan desde mi boca y se fueron
desprendiendo desde mi corazón..
en un suspiro.
Escrito en Septiembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz “.
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