el porqué al amanecer
el cielo comienza a arder
y sale el sol por el mar.
Ni porqué de grana y oro,
el sol viste su color
y muestra brillo y albor,
sin importar su decoro.
Porqué muestra, cuando llueve
un arco en irisaciones,
tan bellas, que descompone
un blanco sobre la nieve.
Porqué deshace el capuz
de la noche y su penumbra
y en su fulgor nos deslumbra,
henchido de gozo y luz.
Porqué los días suceden
como una copia fallida,
no permitiendo en su huida
que los segundos se enreden.
Que nada ha de ser igual
en todo lo que acontece,
cuando el día nace y crece
desde un punto cardinal...
Ha de ser, por diferente
una nueva realidad
y no es por casualidad,
ni es tampoco un accidente.
Cada día en este mundo
plantea una nueva duda,
todo lo que nace, muda
solamente en un segundo.
Escrito en Septiembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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