a mi cuerpo inerte,
cuando la cruel muerte,
se lleve el rubor?.
Si de mis mejillas,
antes sonrosadas,
quedan descarnadas,
como hecha en astillas...
Mis carnes sin vida,
sin brillo, ni pulso.
¿Dónde hallar impulso
en justa medida?.
No se, si la muerte
plantea otra cosa,
la vida es hermosa
y eso le divierte.
Espera paciente
al cese en tu lucha,
atenta en la escucha
y al verte yacente...
Cesa ya en la espera
y de un golpe helado
habrá completado
su misión austera.
Un beso profundo
de su labio frío,
un beso sombrío
te aparta del mundo.
Extraña manera,
su forma de amar,
para despertar
sobre una quimera.
Escrito en Septiembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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