sobrios, ante la borrachera que producen
las emociones.
Nos hacemos totalmente inflexibles y rígidos,
como el hierro, como el cemento
y el hormigón.
Como todo aquello que nos rodea
y que nos está marcando de alguna manera,
nuestra forma de ser y nuestro destino.
Escrito en Septiembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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