domingo, 13 de septiembre de 2020

La ebriedad de las emociones.

A veces permanecemos descaradamente 
sobrios, ante la borrachera que producen
las emociones.


Nos hacemos totalmente inflexibles y rígidos,
como el hierro, como el cemento 
y el hormigón.
Como todo aquello que nos rodea 
y que nos está marcando de alguna manera,
nuestra forma de ser y nuestro destino.

Escrito en Septiembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




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