mis ojos trasnochadores,
por los enredos y amores
que conformaban mi anhelo.
No verán la luz del sol,
pues la penumbra en la noche
encierra en mágico broche
las luces y su arrebol.
Es en esa timidez
de mi solitaria alcoba,
donde mi tiempo, lo roba
por su rauda inmediatez.
La noche siento más bella,
cuando se escapa un recuerdo
y lentamente lo pierdo,
al observar una estrella.
Y pienso, que es la mirada
de quien he amado en vano
y soltándome la mano
quedó en la noche estrellada.
Volviendo a mis pensamientos
veo en mi imaginación,
que aún late mi corazón
henchido de sentimientos.
Escrito en Septiembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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