esa duda que ensombrece
todo aquello que embellece
la alegría en su grandeza.
Cuando empiezo a padecer,
sumido en un mar de angustias,
cuando las flores, por mustias,
tardan en reverdecer.
Cuando pierdo la esperanza,
si mis ojos han llorado
después de haberme negado
un brote de confianza.
Cuando el cielo se oscurece
y la luz no es percibida,
con tu actitud, por fluida,
la sombra desaparece.
Mi alma siente tu brisa
y dibuja en mi interior,
todo un cielo redentor
tu luminosa sonrisa.
Escrito en Septiembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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