se acompaña este gozo con canto
y se ignora este tiempo, que el llanto
borra el gesto de nuestras sonrisas.
Se acostumbra a buscar en los gozos,
permanencia para ser felices,
nos sonamos por nuestras narices
la inconsciencia de los años mozos.
Sólo a veces, en la soledad,
meditamos, que el flujo vital
se desplaza entre el bien y entre el mal
definidos por nuestra verdad.
Nos movemos a golpes de viento,
pues la vida no nos deja nada,
es el aire de una bocanada,
que exhalamos en un nuevo intento.
Se nos va en ese aire el resuello
y ese soplo vital, que nos huye,
sólo el tiempo mordaz distribuye
las arrugas que marcan tu cuello.
En tu frente, despeja la duda
la obviedad de ese tiempo pasado
y el estigma que en ella ha dejado,
marchitando tu frente desnuda.
Se celebra la vida, y se ignora
que vivimos para resistir
lo que pueda tu cuerpo sentir
y el presente es real y es ¡Ahora!.
Escrito en Septiembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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