miércoles, 2 de agosto de 2023

Algo se inquieta en el Alma.

He desayunado ingenio, dado mi voraz apetito 
y he bebido un vino que  duerme 
en la oscuridad de un vientre de madera
de roble.


Persiguiendo sombras me he encontrado 
a mi mismo, entre las duras hogazas,
que dejaron de alimentar a las aves del sueño.
Se va perdiendo su espuma, 
por los desagües abiertos y en las gargantas,
enmudece el grito, anegado en el agua.


La tierra es fecundada con los restos mortales 
de un naufragio en tierra firme y las hormigas 
habitan en las axilas de los supervivientes.
Con un colador de filtran las ilusiones 
y las esperanzas, porque la madera de cedro,
se utiliza para las monturas de los anteojos,
que los ciegos llevan sobre sus narices.


El hierro se oxida en las manos y las miradas 
fluyen desde el altar  del  cielo,
 hasta su sepulcro en la tierra.
Nadie sabe porqué siguen brotando 
preguntas sin respuestas y a las mariposas 
les han mutilado sus alas.


Divergencias, tal vez de lo absurdo 
o esa locución, que se pierde entre los dientes,
que dejaron de masticar la solidez 
de una realidad, acaso inventada, 
cuando no se tiene más alimento en el alma
y nuestro plato sigue vacío.


Escrito en Agosto 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.






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