sin recato, sin honor y sin medida.
La alegría es un soplo, dulce brisa,
que se eleva y va creciendo desde el viento.
Un instante, que se mece en un momento
y que estalla en una explosiva risa.
El dolor es impío, y de esta suerte,
nuestra vida busca el bálsamo apropiado,
es por eso, que un espacio ha confiado,
a las manos piadosas de la muerte.
Pues la muerte, siempre acude sin llamarla,
por presente, hay que amarla y no temerla,
en la vida es imposible sorprenderla
y es esquiva, solamente con nombrarla.
Su trabajo es encomiable y piadoso,
al descaro del dolor, le pone freno,
le conmueve el sufrimiento, y aunque ajeno,
lo convierte en un vergel…¡El más hermoso!.
Nunca temas el morir, pues es preciso,
terminar con el dolor en esta vida
y alcanzar esa tierra prometida,
que llamamos en Edén o el Paraíso.
Escrito en Agosto 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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