lunes, 21 de agosto de 2023

Soplado del cristal, espíritu libre.

Suena el cristal en el fuego,
crepita el vidrio fundido,
se quema su piel, y luego,
rompe el aire su quejido.


Cristal puro, transparencia,
alma que flota en el agua,
silencio de una elocuencia,
que va a forjarse en la fragua.


Suena el cristal, tal vez voces,
que  viajan de lado a lado,
sonidos que no conoces,
que  jamás has escuchado.


Estuche de vidrio seco,
voz quebradiza que enfría, 
la calidez de su eco,
agua y hielo en gota fría.


Peines del agua, molinos,
que agitan sus largos brazos,
formando unos remolinos,
que escapan de sus abrazos.


Enormes peces, siluros,
nadando desde un comienzo,
en estos tiempos perjuros,
plasmados a un único lienzo.


Sobre esa página escrita,
caminan todos los hechos 
y así, la historia te invita,
a reposar en sus lechos.


Suena el cristal, huele a amianto 
y hay cosas incombustibles,
que supones, que no es tanto,
pues no se muestran visibles.


Por ese hueco, si sales,
ya no entras, y en la espera,
te salieron cardenales,
desde tu piel y hacia afuera.


Rugosa y centésimal,
son del vidrio, sus edades,
sus fuentes son de cristal,
transparentes, sus verdades.


Escrito en Agosto 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




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