que se deshace en las manos.
Nos matamos entre hermanos,
sin motivo, ni razón.
Tan sólo por la ambición
de ser más grande que el otro,
cabalgamos sobre un potro
con una sola obsesión.
Y se pierde la razón,
porque en nuestra mente impera
sacar enemigos fuera,
aunque no es su motivación.
Vamos cayendo a un abismo,
en el cual no habrá salida
y termina la partida
enfrentándote a ti mismo.
Cuando se pueda entender
que todos somos iguales,
terminarán nuestros males,
Será un nuevo amanecer.
No podemos proseguir
regidos por jerarquías
y ha de llegar esos días
en que podamos vivir...
Entonando una canción
y eliminando fronteras,
sólo hace falta que quieras
y mantengas tu ilusión.
Nos hará falta paciencia
y esa determinación
que nace en el corazón
y en el fondo, en la conciencia.
Escrito en Octubre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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