convierte su cuerpo en su sepulcro.
O aquél que redime sus penas,
con una cruel condena.
Quien por falsa sanidad
se priva de libertad
y por temor a morir
se le ha olvidado vivir.
No está de más la prudencia
si no limita en tu vida,
la libertad, concebida
como una valiosa herencia.
Si en el respeto, mi sueño
es vivir en libertad,
escuchadme y proclamad:
¡No tengo amo, ni dueño!.
Escrito en Octubre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario