domingo, 4 de febrero de 2024

Cuando un vicio nos domina.

Toda la gracia y dulzura 
se ajan bajo la impasible 
vida, sobre la visible
lápida de tu sepultura.


La virtud se desvanece 
ante el vicio cotidiano,
pues siempre lleva en su mano
el disfraz con que aparece,


Pues todo vicio aparenta 
la fama que no merece,
tan pronto como aparece,
toda esa virtud se ahuyenta.


No se puede comparar,
no existe comparación,
ni motivo, ni razón 
que se pueda superar.


Nada sirve y es complejo,
nada hay que se parezca
a todo lo que merezca
salirse de su pellejo.


El crecimiento interior 
es algo que no se nota 
y sobre la piel rebota 
en un último estertor.


Esa actitud permisiva 
hace que por su intención,
se traicione al corazón 
escrito en letra cursiva,
que se nombra y se pronuncia,
para declarar, al fin
con un salto de delfín 
su aprobación o renuncia.


Escrito en Febrero 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.



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