no importa lo que se pierda,
no existe ninguna cuerda
que pueda ser tu atadura.
La locura, el desvarío
en un cauce desmedido,
de todo lo acometido,
desmembrándose en el lio.
Locura, bendita suerte,
que a la razón fortalece,
mientras el temor decrece
en la sombra de la muerte.
Mi mente ya no se ocupa,
del temor de subsistir,
porque he aprendido a vivir…
la muerte no me preocupa.
Tengo la firme certeza,
de que nada se merece,
si en tu vida no perece
y es frágil su fortaleza.
Porque la fuerza se halla
en tu interior escondida,
es importante en tu vida,
derriba toda muralla.
Si estoy loco, yo lo admito,
mi razón y mi locura,
en esta vida procura
la fe en la que resucito.
La muerte es la necedad,
si crees que puedes morir,
cuando el hecho de existir
obviamente es tu verdad.
Escrito en Febrero 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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