del mar, asidos a las crines del viento.
Escuchamos el rumor del vacío en las conchas
de las caracolas y bebemos el licor
de los besos hasta quedar ebrios de gozo.
Somos la generación, que ahuyenta
las sombras, encendiendo un pábilo,
ennegrecido con la esperanza de atesorar
la luz, para alumbrar el camino
de la humanidad.
Somos la promesa a punto de estallar,
para cumplir su destino. La voz que surge
de lo más profundo, para elevarse sobre
todas las miserias humanas.
Un futuro no resuelto que busca en su propio
espejo, una realidad que intenta hacerse
visible y palpable.
No podemos esperar más, la vida
no se detiene, queremos derramar felicidad,
antes de que se cierren todas las puertas
ante nuestros ojos y el cuerpo caiga vencido
por una edad que va marchitando
nuestras fuerzas y el ímpetu
de nuestro espíritu.
Somos esa verdad que negáis por temor
a que os arrebaten el dominio y el poder
sobre ese absurdo mundo que habéis creado.
Somos la voluntad de ser todo aquello,
que nunca os atrevisteis a ser.
Escrito en Febrero 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
Cuanta voluntad.
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