viernes, 2 de febrero de 2024

Sombras y Gozos.

A la ebriedad del gozo, le sucede la resaca
de la tristeza.
Nada llega a la plenitud, sin su oponente 
y toda felicidad tiene un leve tinte
de melancolía.


En el cauce de las emociones, navegan
sentimientos grandes y pequeños.
Inmensos caudales que se desbordan 
y pequeñas satisfacciones que sirven 
para retejar el ático donde habita 
el voluble ánimo, que en espasmos 
se muestra y se oculta, merced al juego 
en el que se fagocita el marfil de cada ficha 
expuesta sobre el tablero.


Por ello, algunos valoran la amplitud 
de una sonrisa, como si se tratara 
de una ventana abierta, en la que se puede 
contemplar un horizonte de felicidad,
muy lejano, pero con posibilidad de darle 
alcance, con fe y perseverancia.



Beso la blanca sonrisa, presagio de una
latente felicidad, que desea hacerse palpable.
Beso la boca, que exhibe la verdad 
y el labio que tiene la justa humedad,
para que el amor no se seque al expresar 
la tibieza que guarda y desea compartir 
en otra boca, sedienta y ávida,
renovada al amor, en el leve contacto 
de un beso enamorado.


Escrito en Febrero 2024 por Eduardo Luis Díaz “zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




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