de tus pensamientos.
Moldea tu destino con la masa que la voluntad
agrega a cada uno de tus actos.
Recuerda que la acción parte desde tu energía
y la energía que compone tu ser,
tiene un carácter divino, ya que somos
co-creadores y podemos construir
en este planeta un maravilloso Edén
o el más temible de los infiernos.
Con cada paso, dejamos una huella indeleble
que es nuestra propia identidad manifestada
en el tiempo.
Durante esa impregnación en el tiempo,
nuestra vida es una fina oblea, a la cual
damos forma y vamos añadiendo
los ingredientes necesarios, para degustar
el sabor de los milagros, que se van
elaborando a fuego lento.
La vida no se detiene y debemos estar alerta,
para que se construya, conforme
a la raigambre que subyace
entre los cimientos de todos
nuestros pensamientos.
Escrito en Febrero 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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