en la memoria nos queda
como pintado con greda
haciendo su fiel retrato.
Y en el alma queda impreso,
pues toda esa sensación
que ha sentido el corazón
promete su fiel regreso.
Se retorna a ese lugar,
donde se palpa y se siente
en el calor de la gente
un sentimiento de hogar.
Pues se intuye cuando pasa
al encontrarnos tan lejos,
que en idénticos reflejos
también estamos en casa.
En esa hospitalidad
y en el abrazo cercano,
llegará hasta nuestra mano
su candidez y amistad.
Ya no hay distancia posible
entre pueblos hermanados,
porque al final se ha forjado
un vínculo indestructible.
Escrito en Febrero 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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