rodeando tu cuerpo, aún desnudo,
ni regalo más hermoso de quien pudo,
esbozar con alegría una sonrisa.
No hay mayor emoción, que la que siente
el abrazo que se forja en la amistad,
es sin duda un sentimiento, que en verdad,
se germina de una forma inteligente.
Pues el alma que que lo intuye o lo presiente,
manifiesta en esa dulce cercanía,
un glorioso encuentro en ese día
que estremece, si se da sinceramente.
Un relámpago que cruza y que no hiere,
pues es luz en las tinieblas de la vida,
produciendo una agradable sacudida,
que despierta una emoción que nunca muere.
Escrito en Febrero 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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