miércoles, 22 de julio de 2015

Cuando nacen las Leyendas

Cuando se inicia la vida,
el frágil cuerpo es esponja
absorbiendo néctares e ideas,
que formarán el personaje 
que estás destinado a ser.

La transmutación de la esencia
en vil apariencia o resplandeciente presencia.
Dúctil y maleable, instrumento de bien
o pesadilla recobrada en las sombras.
 
¡Que no soplen vientos adversos
y se lleven lejos la semilla del pensamiento!.

El joven tallo busca la luz abriéndose paso
en la tierra y entre espinas y abrojos,
su firmeza se pondrá a prueba.

Dedos entramados en la fuerza del espíritu,
para arañar la luz y guardarla en sus adentros.
Venciendo las tempestades y la adversidad 
en un cuerpo entumecido.
Vibrante ha de ser su alma y sonar  fuerte
en el diapasón de los días sucedidos.

Crecer fuerte y convencido en su criterio,
separando  la paja del grano dorado
y asumir con voluntad de rayo
los devaneos y obstáculos que ha de sobrellevar.

Alargar su espíritu más alto que su nombre
o su fama, pues todo es pasajero.
Que su ser trascienda el tiempo y sus hechos
dejen huella en la memoria de todos los seres.
Cuando el ser muere nacen las leyendas.

Escrito en Julio 2015 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz"


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