miércoles, 15 de julio de 2015

El Sentido Metafísico

Consideremos la posibilidad
de estar en un atrio o antesala
de algo más grande, algo que nos supera
y que nuestra razón, aún sin dientes
es incapaz de masticar y menos de digerir.

Es el hecho de dar nombre a lo que no conocemos,
ni percibimos en nuestros humanos sentidos.
Nombrar o dar nombre es poner 
bajo las reglas humanas, hasta lo que no es humano.

La disyuntiva es la voluta o espiral inconcreta,
la cual trata de parar nuestro escaso conocimiento,
por la enfermiza manía de etiquetar todo.

Lo que pobremente llamamos Dios,
Todo conocimiento que se oculta a nuestro conocimiento 
y sin embargo se manifiesta en su totalidad.
Imposible abarcar, conocer o nombrar.
El secreto está en sentir, sin nombrar, ni calificar
o etiquetar.

Cuanto más tratamos de aproximarnos, 
más crece en dimensión Evo y más nos alejamos,
no de su realidad, sino de su comprensión.

Entonces, algún alguien, comete el grave error 
de negar su existencia.
¡Cómo se puede negar lo que no existe!.
La negación implica la razonable duda de una existencia,
lo que no es, no existe, por lo tanto al negar damos
una forma de existencia a su no-existencia.

La existencia no es sólo aquello que se puede reconocer
a través de los sentidos humanos.
Hay otra forma de sentir o notar una realidad,
buscando en nuestro interior, en las fibras más íntimas,
hallaremos esa total visión.

Escrito en Julio 2015 por Eduardo Luis Díaz Expósito. “zuhaitz".




No hay comentarios:

Publicar un comentario