miércoles, 22 de julio de 2015

Imagina el Universo

Imagina un gran círculo,
que se ensancha sin cesar,
continuamente creciendo 
en todas direcciones.


Ese círculo tiene unos radios,
infinitos radios, por lo cuales se produce
su continua rotación, expansión 
y movimiento.
Radios que son voluntades, pensamientos 
y verdades que  cada cual 
aplica len su vida.

Todos ellos coinciden en algún punto,
para ejercer una fuerza sobre esa rueda
o círculo.
Todo tiene una conexión y un punto de apoyo,
para mantener un equilibrio de fuerzas,
logrando la magia de las órbitas
en las esferas celestes.

Equilibrio y proporción, expandiendo 
absolutamente todas las realidades
que se van generando en su entorno.
Realidades tangibles e intangibles,
vibraciones, sueños, energías 
de diferente intensidad.

Eslabones de átomos, comunidades enteras
de moléculas, que forman pequeñas ruedas
o círculos, como el descrito anteriormente.
 
Todo crece, se genera y resuelve,
de forma que su parte más ínfima
es idéntica a la más grande de sus proporciones.
Es el Universo, copiándose así mismo hasta el infinito.

Un Todo que no se pude explicar 
de forma racional, porque siempre permaneció 
y permanecerá.
La clave de toda existencia se halla en su seno,
la vida y todas las formas de vida posible.
Todas las preguntas y todas las respuestas,
nacen y mueren bajo su cúpula.

Escrito en Julio 2015 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz"



No hay comentarios:

Publicar un comentario