jueves, 30 de julio de 2015

Te observo en tu dulce sueño

Mientras duermes,
 palpo el bulto níveo,
 que entre  la sábanas
deja tu cuerpo.

Me arroba el aroma que desprendes,
con la calidez del sueño
y admiro la suavidad de tus labios húmedos.

Quisiera posar un beso, sin romper el hechizo
y al descubrirte  en el lecho,
la postura crea una imagen perfecta.

La orografía de tu cuerpo, dunas en un oasis,
aporta una sensualidad exquisita en tus caderas
y me siento pecador de la belleza,
durante la contemplación .

Poso mis labios suavemente,
primero en el enmarañado espacio de tu frente,
coronado por tus crespos cabellos,
después en el rubor de tus mejillas
y por último en el puro horizonte
de tus labios.

Entornas suavemente los ojos 
y se produce el milagro.
Amanece la luz en mi alma 
y en tu rostro lucen las estrellas más hermosas,
que jamás mortal alguno ha contemplado.

Escrito en Julio 2015 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz".





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