lunes, 27 de julio de 2015

Una Cálida Mirada

El silencio necesario y reflexivo,
deja hablar en profundo a la mirada,
caen las horas, como hojas arrancadas
en un tiempo en el amor, por el que vivo.

Ese tiempo en que el reloj detiene el paso
y se frenan las angustias y las prisas,
en su espacio, los abrazos y las risas
por beber de nuestro amor del mismo vaso.

En el borde de tus labios voy llenando
con mis besos, el amor que te profeso,
pues cautivo de tu amor, yo te confieso
que de ti me estoy sin duda, enamorando.

La palabra que en mi boca fué sellada
por el beso en el rubor estremecido,
lo devuelve el corazón con su latido
y te entrego en una cálida mirada.

Escrito en Julio 2015 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz"






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