o esa prolongación de tierra
que linda otras aguas.
El pensamiento abierto,
como de la entraña viva, en volcán de ideas.
Así siento en mi mente, el caudal
que incesante fluye, entre la imagen
y el proyecto.
El númen oculto y manifiesto
en el verbo, cuando la narración
toma para sí, los colores del alma
y los sentimientos son el puro sonido
del eco del pensamiento.
Paisaje todo, ríos de tinta y terciopelo
de ternuras.
Voces descarnadas, clamor de espumas resumidas
y aromas de hierba recién cortada.
Así, el presentimiento se vuelve espejo claro
y refleja el pálpito que la palabra guarda
en el corazón, si sentido y declarado.
La palabra envuelta en la música
y la belleza de la forma.
Del pensamiento cultivado nace una flor,
nace un poema.
Escrito en Julio 2015 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz"
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