se estrellan las voraces ideas contrarias.
Depredadoras de instintos e intenciones,
cuando alguien intenta salir del rebaño,
el delito de pensar, se pena con bombardeos
de falsas informaciones y la mentira,
capea a sus anchas por las autopistas
de las mentes en plena reparación.
Los mecánicos del sistema, apoyados
por los cuervos del poder, ejercen como comadronas
en los partos de la razón, para conseguir
un parto saludable, a pesar del desquiciado
individuo que lo sufre.
Sólo algunos son capaces de ver entre la gruesa capa
de negaciones de la realidad y bajo tierra,
con la voz enhebrando las mentes más próximas
y racionales, consiguen atrapar algunos trozos
que cayeron de los más lúcidos y honestos
y vuelven a sembrar la palabra en terreno fértil.
Escrito en Julio 2015 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz"
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