Pluma, vértice, tiento.
Intento perpetuo de obrar,
para ser y existir.
Para perpetuar un tiempo que no existe,
que es papel mojado en lágrimas.
Terminemos el acto, con un aplauso
merecido y esperado.
No estamos solos. El arte no ha muerto.
Duerme entre los laureles de la imaginación
y despierta, moviendo manos, dedos,
bocas que pronuncian y exaltan
los versos.
Manos que dan color a la vida
y forma escultural a la piedra, la madera
o el metal.
Vive en la memoria y en el latir de la vida.
Vive en el ansia de la eternidad,
porque el ser humano… perece,
pero su obra…¡Es inmortal!.
Escrito en Julio 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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