de la lengua.
Como una hebra desprendida de mi apetito,
un folículo piloso ( tal vez púbico ),
deambulando entre mis dientes.
Una amalgama de sensaciones: aromas, sabores y ese recuerdo que se repite
en mis oídos, de una música que no para
de sonar en mi memoria.
Hoy, una densa calma, que se mimetiza
con mi soledad y un ayuno
de sexo impredecible, que se apoya
en el hastío, cuando se termina un atractivo,
que como droga al uso,
conduce a una adicción irremediable.
Hoy está ocupado ese banco vacío,
destinado para quienes se pierden
y permanecen en el anonimato.
Hoy se muere sin salvas de honor, acaso
una triste canción, silbada
por unos gruesos labios agrietados,
cansados de ofrecer besos
sin respuesta alguna.
Escrito en Julio 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario