o el puro cristal de una gota de agua,
que se copia en arco Iris, su color
y produce densidades, cuando llueve.
Como el blanco de la nieve en una enagua,
o el ribete carmesí de una sonrisa,
en el blanco de su embozo, una camisa,
y en su alma almidonada con amor.
Como el cielo inalcanzable de un anhelo,
como el beso que jamás fue pronunciado,
testimonio en la amargura y olvidado,
sobre un raso de horizonte, allá en el cielo.
Campo de marchitas amapolas,
que a golpe de sangre, desentierra
el sonido detonado de una guerra,
o el silencio meditado entre las olas.
Caen las horas, sobre días inconclusos,
en racimos de constancias y letargos,
pensamientos que en las frases vienen largos,
parpadeos atrapados y reclusos…
Liberados, perseguidos en su adviento,
que en lejana perspectiva se nos pierden,
son miradas en momentos que nos muerden,
las ausencias arrastradas por el viento.
Escrito en Julio 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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