que de Dios lo recibimos,
tan grande es lo que sentimos,
que se nutre en el perdón.
Se siente en esa emoción
que el corazón inflamado,
cuando se está enamorado
vive con más ilusión.
Es tal la vida que sueño,
sintiendo y dando mi amor,
que ya no importa el dolor
si al amar pongo mi empeño.
Cubrir de besos tu vida
y de esperanza tus ojos,
dejando atrás los enojos
y cerrando las heridas.
Buscar esa eterna noche
colmada de mil estrellas,
donde la Luna más bella
está prendida en tu broche.
Amar sintiendo el aliento
sobre mi cuerpo, que te ama
y en ternura se derrama
como pétalos al viento.
Escrito en Noviembre 2015 por Eduardo Luis Díaz Expósito. "zuhaitz".
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