un misterio de ternura, que aflora,
desde las noches de seda y satén.
Una luz, acaso un destello de claridad,
El hueco preciso y exacto, para esconder el amor,
sin ser pasto de la intolerancia.
Para soñar sin ser visto,
bajo una acusación de declarado amor,
ingrávido, tan delicado, que no lo atesoro,
por temor a alterar su perfecto acabado.
El marfil de tus dientes, destacan sobre
la orografía perfecta de tu cuerpo,
como un horizonte extinto,
en los márgenes del cielo
frente a tu boca.
Alas de arco-iris y fantasía, en el cuenco
de un corazón vacío en la ausencia
y amante de la vida y del amor.
Escrito en Noviembre 2015 por Eduardo Luis Díaz Expósito." Zuhaitz".
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