miércoles, 11 de noviembre de 2015

Detrás de los Abanicos

El ombligo es la conexión
con la realidad y la supervivencia.
El egoísmo es la vuelta de tuerca,
para desaparecer en uno mismo
y desconectar de los demás.

Se rompe la neurona precisa
que nos identifica como inteligencia comunicativa
y volvemos al limo, al principio
en que el alma, aún no encuentra 
los pasillos para deambular sin perderse.

Nadie se puede esconder detrás de una mentira,
sus gestos delatan la incomodidad
en una falta de realidad patente.
La inconsistencia es tan palpable,
que todo a tu alrededor se derrumba.

No sirve el odio, para amortiguar el impacto
de tanta falsedad y si, la resolución, que implica
el compromiso de buscar las respuestas, hasta
que se agote tanto para leer entre líneas, 
como para disfrutar de un mimetismo acomodado.
En todo el asunto, nadie dice la verdad 
y todo el mundo se escuda en una apariencia 
escondida detrás de los abanicos.

Escrito en Noviembre 2015 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz"

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