flor perdida en el vendaval,
acusas esa inconsciencia
de luz matizada en el claroscuro
de las hojas muertas,
donde los dedos de luz
quedan heridos entre el ramaje.
La niñez quedó envuelta
en el celofán de tu frente
y hay un hilo quebradizo
entre tu razón y tu fantasía.
Piensas en el amor, como un sueño romántico
y no aprecias su verdadera dimensión.
Ignoras a quien a tu lado, te ama y sufre
y el tiempo consume en su llama
el aceite que alumbra tu existencia.
No es un juego infantil, helar las emociones,
uno se corta con los cristales
y tarda en cerrar las heridas.
Amar es un compromiso y una fé resuelta,
es hallar la conjunción de dos almas
y unir dos empeños en dos corazones
que se alimentan de la misma fuente
de amor compartido.
No sabes amar, atesoras el amor que recibes
y como flor de un día, cierras tus pétalos
incapaz de soltar y compartir
ese amor recibido.
Las lágrimas que por ti derramen,
quedan en tu superficie y tu sólo esperas
a que el sol acabe por secarlas, a pesar de su sufrimiento.
Escrito en Noviembre 2015 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz"
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