en otros labios amantes,
que sepan mantener viva
la llama del amor.
Que se entreguen al amor,
como yo me entrego.
¡Qué mis labios se están secando
y mi corazón está herido y roto!.
Vacío ya, sin amor, que tanto di,
que no quedó para mí.
Que no me roben el poco amor
que me quede, que me amen,
tan sólo por saber que se siente.
Que me duele el alma de mentiras fingidas
y engaños disfrazados de un amor
que no es real.
Quiero que merezca la pena,
no quiero más dolor,
que tengo cicatrices en el alma
y a nadie le importa.
Por eso he de seguir la órbita
de una estrella errante, para recobrar
la ilusión perdida.
Escrito en Noviembre 2015 por Eduardo Luis Díaz Expósito."Zuhaitz"
No hay comentarios:
Publicar un comentario