miércoles, 23 de septiembre de 2015

A solas conmigo mismo

El pestillo de la puerta
me cerraron por castigo
y una cosa tengo cierta,
en mi alma no hay postigo.

Siempre fuí con la verdad,
para bien o para mal,
buscando la claridad
con un instinto animal.

Elevando la testuz
y mis ojos hacia el cielo,
inundándome en la luz
en  busca de su consuelo.

En el puro firmamento
encontré la solución,
el equilibrio y sustento
a mi pobre corazón.

Escuché una melodía,
venida de las estrellas 
y me sentí en armonía
entre las cosas más bellas.

Sólo entonces me dí cuenta,
de porqué la soledad,
en la vida desatenta
busca sólo la verdad.


Escrito en Septiembre 2015 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”
Publicado en el poemario:
" Calles desiertas de la esperanza". ISBN: 978-84-15176-65-7

Depósito Legal: BI-701-2016


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