intento no pensar demasiado
y miro al cielo haciéndome muchas preguntas,
como si en las estrellas
hallará la respuesta.
Observo, que no todo es racional,
ni todo aquello que me pregunto,
tiene una respuesta lógica.
Me doy cuenta de que cada vida tiene
una órbita distinta, distintas vivencias
y distintos modo de procesarlas,
también hay distintas psicologías.
Una cosa es lo que siente el corazón
y otra muy distinta, el gobierno de la mente.
Cada uno de nosotros tenemos distintos
procesos evolutivos y es por ello,
que coincidimos o no.
Vivimos con prisa y tensión,
se van perdiendo los valores
que hacían fuertes a las familias
y seguimos describiendo círculos
en nuestras órbitas, alejándonos
cada vez más, en vez de acercarnos.
Escrito en Septiembre 2015 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“ zuhaitz"
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