y un propósito en el alma,
poder recobrar la calma,
alcanzando nuestro anhelo.
Los pasos de cada día,
mil vueltas en la cabeza
y en los ojos la tristeza
con tintes de melancolía.
Quiero llenar mi vida
y el espacio de mi cama,
con el amor y su llama
y mi alegría perdida.
Necesito amar y sueño
tan sólo con ese afán,
la vida sin amor, no es plan,
esa es mi meta y empeño.
No me abandona el dolor
y se aloja en mi experiencia,
tendré que tener paciencia,
que aún me queda mucho amor
Escrito en Septiembre 2015 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.
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