martes, 22 de septiembre de 2015

Pupilas

Pupilas abiertas, cuencos nocturnos 
que contienen imágenes profusas y huidizas.
Toda la noche, en ciernes, atrapada en unos ojos.
El misterio de un pensamiento, que queda detrás,
al fondo.

Pupilas, como ventanas al cielo,
abiertas a la extensión de los campos
o mares.
Expresiones de tristeza, alegría o ese desbordarse
todo durante la emoción, atrapados en su espejo.
Clarividencia de intención, en aguas cautivas,
cuyo color varía según el iris.
Retina donde guardar el recuerdo que se conduce,
como hilo conductor, hacia la memoria.

Escrito en Septiembre 2015 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”

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