miércoles, 30 de septiembre de 2015

Alma

No es la corteza, la que define el alma,
sino la savia interior o sangre presentida, 
cuando se hiela ante el terror o la sorpresa
o el hecho inesperado, que nos sobrecoge.

El alma toda, cúmulo de sensaciones,
agolpadas sobre el pecho, como flores mustias
recogidas en el delantal de una anciana,
recordando pasadas primaveras.

Caminante exhausta en el tiempo
y sujeta con alfileres, difícilmente 
a la existencia.
Suave en la dulce inocencia de algodón infantil
y adusta y triste en las otoñales tardes,
en las que los recuerdos se acomodan 
y se recuestan sobre nuestras sienes.

Alma para el Ser, para saber qué se es
y reconocer qué somos.
Alma para sentir, amar y sufrir,
soñar con un eterno vivir,
morir de nuevo y renovarse
 desde las cenizas al último nacimiento.

Escrito en Septiembre 2015 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.

Publicado en el poemario:
" Calles desiertas de la esperanza". ISBN: 978-84-15176-65-7

Depósito Legal: BI-701-2016

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