los recuerdos se agolpan, venciendo
y en el ánimo van oscureciendo
sentimientos e ideas impías.
La penumbra y su negro crespón
con la pena alojada en su seno,
este tiempo no ha sido tan bueno,
agotado, cayó un corazón.
Que al amar en virtud se entregaba,
sin pensar en la mala traición
que se urdía en su corazón,
mientras tanto el tiempo pasaba.
Que jamás he de hallar el motivo,
por el cual, perdonaste el engaño
y ahora me haces a mi tanto daño
y en tu vida me siento un furtivo.
Mi conciencia no sabe engañar,
ni mentir, sólo un mal entendido
y me apartas quedando perdido,
como el barco se pierde en el mar.
Un segundo y una decisión
para hallar la razón para herirme
y una vida para redimirme
si palpita en ti un corazón.
Escrito en Septiembre 2015 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz"
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